domingo, 26 de julio de 2020

Emily Daniela Olguín Orellana, poemas.




Emily Daniela Olguín Orellana (Talca, 1995). Estudiante de Pedagogía en Inglés en la Universidad Católica del Maule, en Talca. Desde niña desarrolló una profunda atracción por la lectura y la escritura, pero no fue hasta cuando entró a la universidad que decidió dedicarse a ésta, participando en cursos y talleres. Hoy se encuentra escribiendo una novela, cuya publicación se proyecta para el próximo año.

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Tinta

Me desgarra el alma y el cuerpo saber que has pasado desde mi pensamiento hacia la tinta
Me avergüenzo al agachar la mirada y ver cómo te dedico estos versos y pretendo no ser realista
Y ni el canto de las aves ni el sol de verano pueden desenfocarme
Si cuando siento ardor y fuego no puedo controlarme.

Miro tu rostro con la esperanza de que tus ojos encuentren los míos
Pero cada vez que lo hago siento miedo y me desvío
Las nubes y las estrellas fueron testigos del temblor de mis manos
Y al verme se burlan por no ser capaz de dejarte al ver que todo es en vano.

Mi corazón grita cuando mi mente pide calma
Pero, aunque se odien, ambos reconocen querer tu alma
Me miro al espejo llorando negro, y mis gritos asomándose por mi garganta
¿Cómo pretendes que le diga a mi cerebro que este corazón ya no aguanta?

Sin objetos punzantes eres capaz de perforar mis deseos
Y cuando me necesitas me utilizas, ya lo entendí, no soy más que un reo
¿Y dónde quedó mi vergüenza si hasta eso me has quitado?
Pero como te lo explico, que cuando quieras venir a mí puedes hacerlo, después de todo, yo jamás te he fallado.


Vagabundo en este mundo

Me paso los días escuchando canciones para darle sentido a mi vida
Y estas dicen que me ame, que aunque lo desee, no debo practicar una huida
Pero no solo es mi alma, mis brazos y piernas también están envueltas en cicatrices
Y aunque suene irónico, éstas me colorean, y le dan a mi vida variados matices.

¿Y a quién quiero engañar cuando grito que me quiero?
Si me obligan a vivir y con tu compasión solo me altero
Te miro y sé que sientes lástima de mi dependencia
Y a todos engañas diciendo que poseo resiliencia.

No me digas que me quieres porque sé que de mí te avergüenzas
Y aunque no quieras admitirlo sabes que esto recién comienza
Miro hacia adentro y solo veo defectos
No intentes detenerme que yo soy el único que sigue este trayecto.

Porque ya no aguanto más esta demencia
Y cada día tengo menos paciencia
No frenes mi alma cuando ésta decida irse a un lugar más tranquilo
No me mires con pena mientras cierro los ojos y me adormilo.

Al fin y al cabo, éste tampoco era mi mundo
Y donde iré al fin estaré sereno, después de todo, aquí solo era un vagabundo.


Ojos brillantes

Lo suficientemente oscuros como para encender en llamas mi cuerpo
Lo suficientemente claros como para hacer sentir puros mis sentimientos
Tus ojos de un tono tan brillante, no podía creer que esto era cierto
Cuando decidí entregarme a ti, y desde entonces no sales de mis pensamientos.

No bastaron más que un par de días para darme cuenta que eras el indicado
O al menos así lo dijo mi corazón, un poco cegado por la falta de amor
Me dijiste que en ti confiara, que después de todo tu corazón también había sido maltratado
Y al pasar el tiempo mi mente también se convenció, y decidí lanzar los dados.

No bastó para ti que solo te regalara mi alma
Y a la vez también quisiste llevarme hasta tu almohada
Y fue cuando la ingenuidad se apoderó de mí, y pensé que esta era la mejor decisión que había tomado
Pero me ubiqué frente al espejo y me dije: "Esto no es lo que había imaginado".

El tiempo cambia las cosas y tu supiste como minimizarme
Que mis lágrimas y mis demonios no eran suficientes para atormentarme
Defectos e imperfecciones solo supiste recalcarme
Y fue cuando me di cuenta, quizá falle al de ti enamorarme.

Quisiste abandonarme luego de que decidieras que con este juguete ya habías mucho jugado
Y no sé si fue la insistencia o la resiliencia lo que te hizo no dejar esto en el pasado
Pensando que algo iba a cambiar me seguiste ofreciendo rosas, pero olvidaste quitarle las espinas
Aun así, las recibí, confiando, jamás pensé que terminaría en ruinas.

Pero hay algo en ti que hace que me desborde de locura cada vez que tus labios pronuncian mi nombre
Y a sabiendas de que me haces pedazos, siempre encuentras la forma en la cual me asombre
Ahora ya no hay venda en mis ojos, y asumo que eres el tipo de persona de la cual jamás me hubiese enamorado
Pero ya lo dije anteriormente, quizá sean tus ojos brillantes los que hayan hecho que contigo me haya obsesionado.

Y sigo aquí atada, como si el decir adiós no contara como opción
Cuando tú y yo sabemos bien que esa es la mejor decisión
En vez de eso, prefiero seguir firme y mantener la convicción
De que al despertar cada día, todo estará mejor.




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