Quién tiene un conocido ignorante
Y vende sus enseñanzas en la calle Uno Sur
Quién se cree capitalino (crucifíquenlo)
José Luis Muñoz Barrios nació el 3 de diciembre de 1986 en la ciudad de Talca. Escritor y profesor de Castellano egresado de la Universidad Autónoma de Chile, también aficionado a las artes escénicas en general, las cuales integra en su ejercicio pedagógico de manera transversal y genuina apostando fortalecer no sólo las competencias básicas del curriculum nacional, sino que también busca potenciar la formación artística en sus alumnos mediante la ejecución de talleres y módulos diversos. Actualmente es candidato a Magíster en Enseñanza de las Humanidades: Literatura y Artes visuales por la Universidad de Talca, con un trabajo de investigación que lleva por título “Mapurbe. Venganza a raíz: los neologismos en la poesía de David Añiñir”.
Su obra se titula “Códigos & Escenas” (Editorial La Horca, Santiago, 2015).
SCANNER (EXILIADO EN EL 75)
Lucho patito
Grita en los rincones de Talca
Su llanto desérticamente
Por sus mala decisiones,
Por sus familias medievales
Que a punta de flechas
Castiga su espinazo
Y las mujeres perdidas
Amigo de lo fatal
De los boleros
Y la depresión adquirida
No por moda ni capricho básico
Sino por inventar vehículos que le permitan
Navegar en el asfalto y los peajes de su Talca querido
Furioso
De una concesionaria malnacida
Y el descaro potentísimo
De los gubernamentales y los grandes relatos,
Un pencazo en la cuchara
Que ni el marcapaso ni tío Piñera ni Trupp logra interrumpir
Porque lucho patito fue milico
Y su amor a la bandera hizo llamar a sus hijos:
Puro Chile, tu cielo y azulado
Ése último es el más cuático y eternamente contradictorio.
Patito vomita su futuro
Un resorte que lo empuja hacia lo intergaláctico,
Enfrenta sus pecados
Entre la salmuera y el vinagre curtido sanjavierino
Ama el rotito
Y amar no es tan sólo un juego
Es un texto lindo y perdurable
Que la tierra ni la pobla lo olvida.
OBJETO
La muerte saca sus garras
como culebras serpenteando
las esquinas rectangulares.
Un grito se escucha desde lejos
lauchas royendo el escombro y la podredumbre,
porque nadie se salva de la pelá y sus besos de cenicienta,
porque este disco volador gira como el tagadá de un parque de entretenciones:
Luces, colores, formas, olores y la música The Kiss de fondo sacándose la chucha
a modo de gracia y no literal.
La muerte anda roncando por ahí,
sin abogados ni semidioses de gerencia
enseñando sus dientes de ajo, mirando bajo la rendija
llorándole a Dios para pillar al condenado.
Finalmente en lo perdido
el arma más mortal sigue siendo la poesía.
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