sábado, 15 de febrero de 2020

Gabriela Albornoz, poemas inéditos.


Gabriela Albornoz, poeta de Linares, estudiante de último año de Pedagogía en Lenguaje en la Universidad Católica del Maule. La siguiente es una selección de sus poemas inéditos. 



Correspondencia

Querido,
queridos
escribo desde el dolor de cabeza
la letra es nausea
apaga y enciende el pálpito
 te escribo desde el otoño
de juguetes perdidos
desde los labios salados
y del párpado triste.
Tu madre barre la calle
Se acuerda de tus bolsillos rotos
Y canta rondas ausencia
Escribe pronto.

Pd.: la tinta de mis cuadernos se ha vuelto la sangre salvaje.


  
Retorno

Ensucio mis dedos
comiendo jugo en polvo en la vereda,
mientras las vecinas se saludan
envidiando el color de las habas nuevas.
Los viejos vinagres, como diría Prodan,
salen a fumar la tarde,
entre cada bocanada apuestan quién paga el último tinto.
Se lamentan de sus muertos,
del cantante que ya no sale,
de la niña que se casó
y del joven que se jubiló de viejo.
Acerco mis pasos a la cancha de tierra,
diviso la figura enjuta de mi padre
intentando ser el goleador de la temporada.
Limpio mis dedos en la polera
marcando un surco color frambuesa.

  

Pintor de barro

Ni piensa, ni pinta, ni el humor ingenia.
¡Qué ha de pintar, si halla todo sin color!
Tiene hipocondría, tiene neurastenia,
Y hace un gesto de asco si oye hablar de amor.

Carlos Pezoa Véliz

Aprendí a pintar
en el barrial que se formó tras un aguacero,
los temporales en mi tierra cortan la luz, los caminos y los días de escuela.
Aprender a pintar era fácil
era mezclar y repetir
era como cantar las canciones de mi abuela,
era como ver al perro rascarse las pulgas,
era como preparar una chupilca del diablo.
En mi casa no había pinceles,
había cueros de animales
Y plumas de una gallina castellana.
Yo pinto con las manos de mi padre,
Albañil y borracho,
mis telas son sus camisas
Desabotonadas, abiertas,
sucias por los rastrojos del tinto,
oscuras como maqui machacado.
Sufro del mismo mal,
ahogar todo en un vaso
incluso las tiernas brazadas
de un niño que aprendió a nadar en un canal,
Entre basura, mosquitos y pelos vivos.
La pintura está fresca,
es el resto de
la borra del café,
en su lectura está el futuro
y al fondo pegado y espeso como el ñache,
todo lo turbio del pasado.

   
Japonesita          
                                                                                 
El verdadero canto se le da entre las sábanas,
arqueando el espinazo 
al ritmo del resuello bendito.
El maleficio está
en separar de a poco los labios
cual geranio florecido,
entrecerrar los ojos
 reteniendo el placer
en las pestañas
y embriagar al visitante
con la fisonomía desnuda
de su cuerpo.
Japonesita,
representante imperial del sexo,
niña alocada,
malabarista del deseo,
tortolita que abre la entrepierna
buscando calmar el pálpito
de su hambre milenaria.
Desatará su kimono
o su blusa a mal traer,
escogerá sin mucho cuidado
con quién iniciar el rito,
pues lo importante es la carne
y que la sigan en su caminata
de pasos cortitos.

viernes, 14 de febrero de 2020

Hugo Villar & Acèfalo, "El boxeador", febrero de 2020.

Hugo Villar & Acéfalo, "El boxeador", 8 de febrero de 2020, Kántaro Restobar, Talca. En un ensamble sonoro, poético punk. La voz lírica de Hugo Villar y el ruido de Acéfalo se encuentran en el poema del boxeador.

Expresión de rock callejero que no busca perdurar.   


jueves, 13 de febrero de 2020

Un Festín Sagital, "Migraciones" (2017) - disco completo.



Para mejor audio, escuchar aquí:

https://unfestinsagital.bandcamp.com/...

www.unfestinsagital.com
www.unfestinsagital.bandcamp.com

Un Festín Sagital:

Niels Van Hoorn: Flute, Bassclarinet, Basssaxofone, Tenorsaxofone & Steiner Windsynthesizer
Horacio Ferro: Bass, Sitar, 12Strings Acoustic Guitar, Electric Guitar & Djembe
Gonzalo Díaz Letelier: Voice, Acoustic Guitar & Percussions
Michel Leroy: Acoustic Guitar, 12Strings Acoustic Guitar, Electric Guitar, Piano, Voice, Drums & Electronics

Invitados:
Armando Saragoni: Electric Guitar Soundscapes
Andy Way: Electronics & Voice
Ferro Vargas-Larraguibel: Clarinet
Lucina Lou: Theremin and Feedbacks

Grabado por Michel Leroy, Sebastian Concha, Armando Saragoni & Niels van Hoorn
Mezclado por Michel Leroy
Masterizado por Jurel Sónico


Ilustración de cubierta, foto: Armando Saragoni

Acéfalo, "Noche de sol", poesía y música puesta en abismo (Talca, julio de 2018).

Acéfalo, improvisación.

- José Luis González (bajo, percusiones)
- Julio Marín (voz, percusiones, vientos)
- Gonzalo Díaz Letelier (guitarra eléctrica)
- Milton de la Fuente (batería)

Centro Cultural El Espacio / Talca, julio de 2018.



Julio César Marín Jara, performance: "Mi nombre es", "Requiem" (octubre de 2018).


- "Mi nombre es"
- "Requiem"

Octubre de 2018, en Barlovento de Cantores (Talca).



Julio César Marín Jara, versos de mausoleo (2019).

Julio César Marín Jara, versos de mausoleo / extracto de "Mausoleo: el hedor de las palabras", Ed. La Horca, Santiago, 2019.



Pórtico silente

La curiosidad mató al gato. La curiosidad mató al gato…

Es el resabio de aquella vez….

La condena esperaba que mis oídos se dejaran llevar

Siempre hay llamados,

Este con su voz seca atemporal acecha la inquietud trémula.
Los lugares de frialdad escondida tienen voces quebradizas
Voces sensuales y excitantes que la naturaleza inquieta no puede evitar

seguir

Cabalgan en los pies de nombres ennegrecidos al olvido
Y debajo de estos mohos y detrás algún flor seca
Está esa voz quejándose, llamando

Esta ahí acicalándose cual ninfa deshojada de la moral
Dispuesta a ser la eficaz relatora de un camino silente...

Ahí está en la entrada de los dinteles
Susurrando al destino
Vigilando los pasos

Así es como he puesto los pies entre las lágrimas que se quedaron a

dormitar

Expectante de la caída de la noche

Los guardianes de esta morada espectral han dejado caer los goznes del

pesado hierro tras mis espaldas
Ahí sólo queda el vacío del grito
La no acogida del socorro

La recogida del cuerpo al secreto que conlleva esta vigilia con huesos…

Gonzalo Díaz Letelier, el animal y el reino (versos 1997-2006).



EL ANIMAL Y EL REINO
(versos 1997-2006)

por Gonzalo Díaz Letelier 


Huilquilemu

Verano liviano habitado de vergel en vergel
atravesado alegremente por la cadencia
del revoloteo del sol en la danza de sus rayos
estacas luminosas resistidas por las sombras de añosos árboles
sombras a través de las que el viento me resbala
y ya bajo el sol el mismo viento en mi piel queda, pues él abraza mi sudor

Sometido en tales parajes a lo que en ellos se muestra, tocándome
me crío en la natura como bestia redimida

El variopinto carnaval, de allá de donde ahora vengo, ha disuelto mis densidades
la música nuevamente ha ofrecido el gozo del reencuentro con lo inmenso
en la ciudad del trueno he alcanzado el discurrir libre en el río del tiempo…
como fauna amistosa nos hemos lanzado a la insondable pero viva eternidad

Las huellas siembran aquí pétalos, allá frutos del otoño
pero el ir cayendo abre los surcos.


El mar y los doctos

Me faltan los dientes para morder este sueño,
ficción y verdad del deseo infinito, pasión de las fosas abisales de la historia
del que se sabe hijo frágil del mar: cuerpo y fantasía, pueblo y abismo.

Los doctos se bañan en la orilla de lo salvaje, asoleados, insolados,
en los baños públicos muestran afiebrados sus fauces, orgullosos como cerdos
y sonriendo se van cojos a sus casas, llevando sus medallas de trigo
para ponerlas en la panera de su hogar sin fuego,
sobre el mantel blanco y luminoso de una mesa rodeada de niños perdidos,
mientras en la alacena se les fermenta la pobreza, eso sí, con decoro.


Vida oceánica

Alucinados y pródigos sin redención
somos los sonámbulos, pero con las patas en las brasas.
Si de la danza estelar un soberbio fulgor, fuéramos amantes extraños del infinito,
pero mártires de la belleza nacimos,
negros, en el fondo, como negro es el fondo del ojo solar.

Caminamos entre las flores sudando la sal
de nuestras lágrimas, nuestro torso maldito;
vivimos de la fuente, bebiendo como recién nacidos
pero sedientos, sin memoria, cortando el cordón con nuestros dientes de perro…
somos el dolor más violento de estas nupcias, antes de volver a nuestra cuna terrestre.

Recuérdame como dolor y sabré danzar como las mareas,
vida oceánica, sueño de un dios ebrio y ciego.

Y vamos altivos, con el lomo seco y los dientes de oro,
entre los cuervos danzantes, tocando campanas en el desierto
bebiendo con los monos, era que no, sobándoles la guata.

Tiramos las redes y sacamos muertos, con gorras de maestros y tirando serpentinas
la lengua se nos secó, desde que nos dedicamos a pintarles la gruta a los miserables
y bailamos con las momias y le besamos el culo a los ídolos
mientras los pájaros pasan volando excelsos
y los pajarones les muerden la sombra, plenos de esperanza.

Las serpientes anidan en mi pecho
abriendo los surcos, las órbitas sagradas de mi amor más puro.




"La letanía de Satán", performance de Julio César Marín Jara (enero de 2020).

"La letanía de Satán", performance de Julio César Marín Jara, en el Museo de Artes y Artesanías de Linares, en enero de 2020.